SEMANA SANTA, es la semana que estamos llamados a reflexionar sobre aquel amor que Dios muestra a través de su hijo Jesús; Jesús que muere injustamente condenado a ser clavado en una cruz, una vez Pilato haberse lavado las manos, dejando tan absurda decisión a otro u otros.-
Hoy esa semana es tomada por muchos de nosotros para vacacionar, olvidando por completo el sacrificio de amor tan enorme ejecutado por ese ser que toda su vida estuvo conformada por signos divinos.-
¿Será el pasar del tiempo que se ha tragado el valor del sacrificio de Jesús o será la falta de fe que nos ha alejado de Dios, unido tal vez a tantos ejemplos de vida errados o acertados que presentan algunos dignos religiosos en cualquier religión?, ejemplos que en ocasiones no muestran mucho amor por la humanidad. ¿Qué pasa con el mundo que el dinero, la ostentación, el afán de poder y la lucha del dominio del hombre sobre el hombre, controla las decisiones y los valores del ser?
Ejemplo a seguir fue la vida de Jesús, pero somos pocos los que tenemos el amor y el valor para seguirle sea por miedo, omisión, indiferencia, exceso ambición, genética dañada, irresponsabilidad, discriminaciones, injusticia, abuso, conformismo, egoísmo, envidia o afán de poder entre tantas cosas que nos atan la conciencia.
Es posible que si siguiéramos los ejemplos de Jesús fuéramos más felices, pero sólo y sólo en exclusiva, si tenemos el deseo de ser diferentes y la propia convicción de aceptar lo que tenemos mal, o confuso, cosa muy difícil pocos aceptamos nuestros errores y mucho menos, nos lo señalen; siempre estamos pensando que son los otros los que están mal como concluimos la mayoría y bajo esa actitud, nunca seremos diferentes.
¡Ojalá!, la vida de Jesús su enorme sacrificio de morir crucificado nos ayude en algún momento a mejorar nuestros caminos, así como el sufrimiento o injusticia que padezca cualquiera de nuestros hermanos de este planeta que compartimos.-
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