QUE BUENO FUERA

FUERA MUY BUENO

     ¡Qué bueno fuera!, si en todos los países los políticos eligieran serlo por vocación del amor a la humanidad, por el deseo de servir, no, de servirse y por el valor de la honestidad aliado a la justicia altruista; si en cada ser dedicado a tomar los destinos de una nación estos pocos valores fueran uno de los nortes a seguir, fueran aspectos irrefutables de cada uno con evidencias del mejor servicio a los demás sin buscar el bien personal, la ambición desmedida y deshonestidad descarada, donde se toman los poderes para atropellar y callar a todo el que intente pronunciarse en contra, utilizar los poderes para t
omar las leyes y voltearlas hasta convertir la corrupción en algo legalizado, certificaco y apoyado a toda costa cueste lo que cueste, para ejercer el enriquecimiento desmedido, abusivo y atropellante sin tener otro futuro, que el de seguir organizando la mejor forma de tomar el sudor de un pueblo para hacerle creer al pueblo que las dádivas salen de la buena voluntad de estos, que roban al pueblo para tirarles las migajas que descarada y abusivamente les quitan a través de altos impuestos, impuestos que son impuestos con leyes que le arrancan hasta el aliento a todo el pueblo que impotente no puede hacer nada para no perder su propia vida.  Qué bueno fuera si ese cuento de Jorge Bucay fuera una realidad.-