jueves, 23 de febrero de 2012

EDUCACIÓN, SOCIEDAD Y DESARROLLO



EDUCACIÓN,
           SOCIEDAD Y
                    DESARROLLO

     ¿Dónde empieza el desarrollo de un pueblo?, en la educación y dónde empieza la educación de un individuo, en la familia y cómo puede una familia educar con mejores perspectivas, posiblemente,  cuando tenga mejores oportunidades, economía y calidad de vida; todo esto es lo que se supone y dentro de todo esto están las instituciones públicas o privadas a las que asistirán nuestros hijos a forjar un futuro como seres socialmente útiles en todos los aspectos.  Esta es la posible secuencia más adecuada que debemos ir logrando en la formación de individuos por un mundo mejor.  Pero habría que analizar de qué forma fluiría todo esto, bajo cuáles perspectivas, valores y consideraciones de las políticas públicas e individuales de cada individuo, sus vivencias, sus sentires, pareceres, valoraciones, visiones ante la vida misma; cada ser es un cofre de valores e incertidumbres de enfoques que conducen y desvían las realidades de su propio destino, pero ciertamente las políticas educativas deben estar por encima de todo esto con sus mejores intenciones ejecutando los mejores planes educativos.  Si bien son ciertas todas estas consideraciones no menos ciertas son que no, todos los que opinamos sabemos lo que tenemos entre mano, no son uno ni dos las personas que arrojan encuestas, datos, opiniones y decisiones sin haber tocado nunca una "tiza" para impartir docencia,  ni siquiera pisado una escuela como docentes, no más que como educandos, ni un texto sobre educación, psicología humana en diversas vertientes, y se sienten muy dueños de la verdad para imponer cambios educativos; otros que tal vez no tienen ni la menor intención de querer cambios educativos positivos y adecuados y viven opinando al respecto sólo para sonar y pasar como seres preocupados.

     Es muy posible que ha llegado la hora de opinar menos y trabajar más, aunque sea con un mínimo aporte de nuestras partes y cada quien desde su ángulo: los padres como padres menos permisivos o tiránicos, el estado menos indiferente ante su realidad educativa, la sociedad en general más consciente de su rol ante la formación y educación de sus niños y adolescentes en sentido general y cada quien con lo que pueda aportar y no sólo en el aspecto material, sino desde cualquier ángulo del desarrollo humano que va desde los objetos que intervienen, hasta las valorizaciones psicológicas, emocionales y físicas que hacemos de nuestros estudiantes, pues no son pocos los grandes hombres que quedaron en el camino de sus buenas intenciones al ser  destruidos  por una mala decisión educativa particular o general.
     Ojalá los pedidos monetarios que se realizan para mejorar la educación puedan llegar de una vez por todas, pero no sólo llegar sino que caigan en manos conscientes que no desvirtúen y desvíen el uso de esos fondos, pues de nada serviría el aumento si no es encaminado para los fines originales y verdaderos que realmente se necesitan.








No hay comentarios:

Publicar un comentario