¿POR QUÉ JUZGAR, SIN MIRARNOS?
En este
mundo donde de poetas y locos todos
tenemos un poco, según dicen, existe un factor muy común en los seres humanos:
juzgar a los demás.
¿Qué es
juzgar? Podríamos decir que es el hecho de opinar sobre la actuación de los
demás, calificarla según nuestros criterios, escala de valores y conceptos pre-elaborados
en nuestro accionar mental esto unido a nuestra conciencia y las vivencias
acumuladas y los modelos que aprendemos según nuestras experiencias, todo este
conglomerado de opiniones internas, externas y valoraciones de modelos que
vamos acumulando conforman nuestras opiniones sobre los acontecimientos tanto
individuales como sociales. Pero la vida
de cada ser es tan compleja y vulnerable que cabe la pregunta: ¿es correcto juzgar
a nuestros semejantes? , ¿Reunimos realmente calidad moral y ética para
ejercer ese derecho que nos auto-concedemos?,
¿estamos todos los seres tan limpios como para opinar y calificar , juzgar,
condenar y concluir nuestras opiniones condenando o absolviendo a nuestros
semejantes? ¿Poseemos todos los intríngulis del accionar ajeno? ¿Somos tan
perfectos o imperfectos al creernos perfectos como buenos y válidos para
juzgar? ¿no caemos en manipulaciones para tapar nuestros propios defectos al condenar a los demás cuando poseen los
mismos que tenemos nosotros por los que juzgamos a otros para tapar nuestros
errores y callar nuestras conciencias?, se suele decir que mientras más condenamos
un hecho es cuando más lo hemos cometido de forma directa o indirecta,
consciente o inconsciente, pero puede darse el caso de que no sea siempre así,
de que exista algún grupo de humanos que sí y de otros que no, entonces se
repite la pregunta: ¿es justo juzgar, condenar en base a nuestros puntos de
vistas?.
Es posible
que no hay un ser tan perfecto que no tenga errores, como uno tan imperfecto
que los tenga todos, será entonces esa una de las razones por la que debemos
tener cuidado cuando externamos algunos criterios, que a veces pueden tener la
razón y otras no, pues como dice la poesía: “Verdades Amargas”, “en este mundo
ingrato nada es verdad ni es mentira, todo depende del color del cristal con
que se mira”… y muchos se creerán que tienen la verdad en sus manos, cuando lo
único que hacen es juzgar y juzgar erradamente; alguien ha expresado que hay
palabras que matan, eso será por el daño
que hacen a algunos seres, algunas opiniones o palabras que reciben de sus
semejantes y existen seres que se consideran muy perfectos, cuando
realmente lo único que hacen es tapar
sus debilidades al calificar o minimizar a los demás, sin antes arreglar sus
propios defectos simulados de forma magistral, donde en ocasiones se hacen
víctima de lo mismo que ellos mismos rechazan, fingiendo apoyar lo que en el
fondo rechazan. Verdaderamente que los
seres humanos somos complicados cuando nos dedicamos a falsear y fingir ser lo
que no somos, la conducta humana es impredecible en ocasiones, pero por suerte
muchos seres no son así, el detalle es, que muchas veces no se sabe dónde está
la verdad o la mentira porque muchos nos mostramos muy preocupados y nos unimos
a causas equis, cuando en el fondo no somos auténticos en nuestro accionar y si
en medio de todo eso este tipo de individuo consigue algún éxito en alguna
área, entonces sí que se siente con todos los derechos de destripar cuanto se
le pase por el lado que considere no responde al actuar que su ego haya
codificado como bueno y válido.
Vistas
todas estas posibilidades de seres, debemos tomar una posición: no dejarnos
lastimar de palabras sin bases, que se ciernen en el aire y allí quedarán,
porque nunca han tenido ni tendrán la
verdad de la vida de los demás, nadie, absolutamente nadie tiene la capacidad
de prever cómo tiene o debe actuar el
otro, porque cada quien tiene sus propios códigos, cánones, conceptualización,
formación, psicología y experiencias distintas y en ese sentido nadie es quien
para juzgar a nadie.
Ciertamente
existe lo bueno y lo malo y cada sujeto tendrá que asumir la consecuencia de
sus hechos, donde normas generales se han establecidos según hechos cometidos y
podrán ser absueltos o condenados los seres, de acuerdo a sus acciones, si
infringen la ley y para eso existe un juzgado judicial donde explicaciones y la
cara tendrá que dar el que caiga en alguna infracción o, en el peor de los casos el que injustamente se
le adjudique algún hecho, pero fuera de ahí no debemos andar juzgando los
hechos de los demás, porque muchas personas llegan a ser víctima de situaciones
que nunca cometieron y que injustamente son acusadas. Por lo que debemos ser cuidadosos a la hora
de externar nuestras opiniones de cualquier caso que pudiera presentarse.-
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